Las baterías de litio recargables son baterías secundarias (baterías recargables) que dependen del movimiento de iones de litio entre los electrodos positivo y negativo. Durante el proceso de carga y descarga, el Li+ se integra y desincorpora entre ambos electrodos: durante la carga, el Li+ se desincorpora del electrodo positivo y se integra en el electrodo negativo a través del electrolito, que se encuentra en un estado rico en litio; durante la descarga, ocurre lo contrario.


Las baterías de litio tienen una alta densidad energética y un alto voltaje de salida promedio. Se autodescargan poco, lo que las hace buenas baterías, con un consumo inferior a 21 TP3T al mes (recuperable). Sin efecto memoria. Amplio rango de temperatura de funcionamiento: de -20 °C a 60 °C. Excelente rendimiento de ciclo, carga y descarga rápidas, eficiencia de carga de hasta 1001 TP3T y gran potencia de salida. Larga vida útil. No contiene sustancias tóxicas ni dañinas y se denomina batería ecológica.
La corriente de carga general de las baterías de litio se establece entre 0,2 °C y 1 °C. Cuanto mayor sea la corriente, más rápida será la carga y mayor será el calentamiento de la batería. Además, un exceso de corriente no permite cargar la batería a su capacidad máxima, ya que las reacciones electroquímicas dentro de la celda tardan en cargarse. Al igual que al servir cerveza, si se sirve demasiado rápido, la bebida quedará espumosa y causará insatisfacción.


El uso normal de una batería es el proceso de descarga. Tenga en cuenta los siguientes puntos al descargar baterías de litio, como: Baterías de iones de litio de 3,7 V:
En primer lugar, la corriente de descarga no debe ser demasiado alta, ya que un exceso de corriente puede calentar la batería y causar daños permanentes. En el teléfono, esto no supone un problema, por lo que no se puede considerar.
En segundo lugar, no se debe sobredescargar. El almacenamiento interno de energía eléctrica en las baterías de litio se logra mediante un cambio químico reversible. Una descarga excesiva provocará una reacción irreversible en este cambio químico. Por eso, las baterías de litio son las más propensas a sobredescargarse. Una tensión de descarga inferior a 2,7 V puede provocar su descarga. Afortunadamente, las baterías de los teléfonos móviles ya cuentan con circuitos de protección. Si la tensión no es lo suficientemente baja como para dañar la batería, el circuito de protección actuará y detendrá la descarga.